
El abuso de los ancianos exige de soluciones familiares 18/2/2003Wendy McElroy
De acuerdo con la Oficina del Censo de los EE.UU., 35 millones de personas en los Estados Unidos tenían 65 años de edad más en 2000. Para el 2030, la oficina espera que esa cifra se duplique. La creciente población senior parece estar acompañada por un incremento del abuso de los mayores.
A medida que la gente vive más y requiere más asistencia en la edad adulta, el problema del abuso de los ancianos tiende a intensificarse.
Las mujeres no son solamente blancos del abuso de los ancianos sino, debido a su rol tradicional como encargadas de su cuidado, son también a menudo las autoras. Aún la gente decente puede abofetear y azotar cuando está enfrentada con el cuidado para un familiar mayor además de repartir el tiempo entre un trabajo de tiempo completo y otras exigencias de la familia.
¿Qué es el abuso de los ancianos?
El abuso de los ancianos incluye más que el maltrato físico, tal como el dar una golpe o amenazar con dañar. La forma más frecuente puede bien ser la del abuso financiero, cuando los proveedores del cuidado roban efectivo o la joyería y/o trampean o amenazan a un anciano para donar sus activos.
El abuso de los mayores incluye también a la negligencia criminal, por la cual un responsable del cuidado priva a alguien de medicina, alimentos, agua u otras necesidades.
El abuso de los ancianos cae dentro de las dos categorías agresivas de “doméstico” e “institucional.” El doméstico se refiere al abuso por parte de un miembro de la familia, un amigo o responsable del cuidado quien se encuentra en el hogar. El institucional se refiere al abuso en las instalaciones residenciales, tales como clínicas de cuidado, en donde los responsables del cuidado tienen una obligación legal o contractual de proporcionar atención y protección.














